lunes, 9 de octubre de 2017

9 DE OCTUBRE DE 2017

Primer sueño: estoy en casa de mi mamá, tengo como 17 años. Llega una mujer a preguntar cuántas personas viven ahí; yo me oculto en un pasillo y empiezo a hacer ruidos de chango con la boca. Mi mamá le contesta a la mujer, pero no oigo lo que dice. Luego estoy en la orilla de una carretera solitaria: es muy noche y hace frío. Mi amigo Timo sale de unos arbustos, dice que está viviendo en la selva y saca unos chocolates de su mochila; después abre los brazos y me enseña su disfraz: se trata de un "topoch" (un costal convertido en túnica). Llega una patrulla y se estaciona frente a nosotros; tras ella hay varios autos lujosos y antiguos. Un hombre viejo y distinguido baja la ventanilla de uno de los autos y le da a Timo una carta donde dice que son miembros de un grupo exclusivo de escritores, entre los que están Mónica Sánchez Escuer y Tania Campos. En esos momentos recuerdo que Doris me encargó conseguir una buena serie policíaca. Volteo hacia la patrulla y veo que en el interior están los Rolling Stones: se ven muy jóvenes y todos visten uniformes de policía; se supone que son los protagonistas de una famosa serie de los 70s que no hemos visto. Luego todo cambia: es muy temprano, Doris y yo estamos en la gerencia de un hotel donde trabaja Antonio Lupián. El gerente es un hombre gordo y chaparrito, muy amable: nos dice que esperemos ahí, que Lupián llamó avisando que viene en camino. Aparece la imagen de un trolebús; desde una de las ventanillas, Lupián mira la ciudad: es NYC en los años 50s, hay muchos edificios caídos por el temblor. Doris y yo pasamos al restaurante a desayunar: el gerente se acerca y nos dice que pidamos lo que queramos, que es cortesía del hotel. De pronto empiezan a moverse los candiles que decoran el restaurante: cuando volteo hacia arriba, descubro que son los aretes de unas orejas gigantes… Despierto. Segundo sueño: hojeo el libro de un caricaturista antiguo donde hay escenas navideñas hermosísimas. Entre los personajes reconozco a Lilo y Stitch, pero dibujados como art nouveau. Empiezo a sentirme muy triste, pues sé que nunca voy a poder vivir una navidad antigua; entonces me doy cuenta de que estoy en el patio de una vecindad mexicana. Llega Doris y me cuenta que Frida Kahlo murió rodeada de políticos que ya querían que se callara pues estaba diciéndoles sus verdades. Luego estamos Doris y yo en el metro, que corre muy veloz; aunque el vagón está casi vacío, vamos de pie. Cuando llega a la estación, el vagón abre la compuerta: para nuestra sorpresa, se trata de toda la pared lateral. Afuera se ven anuncios luminosos que me deslumbran… Despierto.

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17 DE FEBRERO DE 2019